Mole poblano: historia tradicional
El mole poblano es uno de los platillos más emblemáticos y sofisticados de la cocina mexicana, y tiene sus raíces en el estado de Puebla, en el centro de México. Su historia está llena de leyendas y tradiciones. Una de las más conocidas cuenta que el mole fue creado en el siglo XVII por monjas del convento de Santa Rosa en Puebla. Al recibir la visita de un invitado importante, improvisaron una salsa utilizando todos los ingredientes disponibles, creando así una receta rica y especiada. El resultado fue un éxito inmediato, y desde entonces esta salsa se ha convertido en un clásico de la gastronomía mexicana.
El mole también tiene orígenes más antiguos, remontándose a la época prehispánica. Civilizaciones como los aztecas ya utilizaban ingredientes como el chocolate y los chiles en su cocina. La fusión de estos elementos con las especias europeas, introducidas por los colonizadores españoles, dio origen al mole tal como lo conocemos hoy.
Tradicionalmente servido con pollo o pavo, el mole poblano también puede acompañar otras carnes o incluso platos vegetarianos como enchiladas y tamales. A menudo se adorna con semillas de sésamo tostadas, añadiendo un toque visual y sabroso.
El mole poblano es mucho más que un simple platillo: es una perfecta combinación de historia y gastronomía, una celebración compleja y exquisita de los sabores mexicanos.